Viaje Día 6

Viaje Día 6 


  Es el último día de nuestro viaje, y ya todos nos habíamos preparado para salir como a las diez y media de la mañana. Todos acordamos ir a ser espectadores del fenómeno del “Desierto Florido”, pues aún no lo habíamos visto y la primavera ya estaba empezando. Para esto, había que ir hasta algún punto en la carretera donde era posible acceder a una zona clara, llana y abierta, luego continuar hacia adentro y llegar a un campo floral. Empezamos nuestro último viaje, y decidimos ir en taxi hacia las afueras de Vallenar.

  Todos estábamos ansiosos de ver esta maravilla. Siempre me fue complicado, personalmente, imaginar que fuera posible el crecimiento de un millar de flores en medio de un desierto caluroso, este era el momento para afirmar aquella idea. En el camino nos encontramos con plantas y rocas parecidas a las del día anterior, pero esta vez empecé a poner atención a las pocas flores y brotes que aparecían. No eran todas blancas, sino que amarillas e incluso púrpuras. A medida que nos acercábamos a las afueras de la pequeña localidad de Vallenar era posible ver un incremento en el número de éstas.

  Ya habían pasado unos treinta minutos, y el precio del taxi sobrepasaba los veinte mil pesos, así que le pedimos que se detuviese para que nosotros pudiésemos bajar, además, le pedimos su número de teléfono para que nos pudiese ir a buscar una vez terminado el recorrido. Estábamos en medio de la carretera, y el horizonte se veía claro, vasto y, por supuesto, luminoso. No quedaba más remedio que caminar, así que procedimos a nuestra nueva ruta.

  Todos estábamos cansados, habíamos caminado sobre una hora y sin éxito. Habían unas medianas elevaciones de tierra a unos pasos más de dónde estábamos, y acordamos hacer el último intento: subir aquella colina y verificar si es que hay señales de un campo floral, o de lo contrario nos devolveríamos al hotel. Avanzamos, escalamos, y finalmente llegamos a la cima y nos encontramos con una magnífica sorpresa: estaba frente a nuestros ojos, ¡Un desierto florido!

  Habían muchas flores, y de muchos colores. Todas se movían al ritmo del viento y producían una sensación de calma sólo al verlas. Nos quedamos un buen rato mirándolas danzar mientras se bañaban con la luz desértica del Atacama. Después, descendimos por el pequeño cerro y fuimos a jugar en el campo, como unos infantes.





"El Desierto Florido, un fenómeno que  sucede en la región de Atacama, principalmente desde Octubre a Diciembre"







  Ya eran las tres de la tarde, y no habíamos almorzado, así que llamamos al mismo taxi de antes para que nos viniese a buscar. Mientras tanto, nos dirigimos hacia la carretera. Una vez que llegamos allá, vimos que el señor del taxi nos estaba esperando. Nos subimos, y nos fuimos devueltas a Vallenar.

  Cuando llegamos, fuimos nuevamente a Yoyo’s pizza para tener nuestro último almuerzo. Pedimos una doble pizza familiar. Posteriormente, nos devolvimos al hotel para alistar nuestras cosas. Estábamos listos aproximadamente a las seis de la tarde, el bus salía a las siete, así que dimos un último paseo por las calles de Vallenar antes de ir a la estación de buses.

  Transcurrió el tiempo y finalmente nos subimos al bus para volver a Santiago.

    Y fue así como terminó nuestro gran viaje a Vallenar…

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